viernes, 8 de mayo de 2009

IMÁGENES DE MI TIERRA JIPIJAPA


El mundo en un compacto.

Muéranse de envidia!!!!!!!!!!

En vivo es mejor............

Jipijapa, provincia de Manabí-Ecuador conocido como un Compacto del Mundo por la variedad de climas, flora y fauna que tenemos, asimismo es JIPIJAPA, tenemos: páramos, bosques secos, cascadas,volcán inactivo, una isla maravillosa "Isla de la Plata", bellísimos paisajes y atardeceres únicos..........!!!Para que tengan una imagen en vuestras mentes mi cantón es parecido al Paraíso.

Una pequeña muestra:


























Conócelo, sácate la pica























































































































Historia de Jipijapa Ecuador





Xipixapas y Mayas
En el siglo XV, los territorios que hoy corresponden al cantón Jipijapa estuvieron habitados por la tribu Xipixapa, aunque también se especula que la cultura Maya hizo su asentamiento en el lugar. Sobre esto último existen evidencias, como los pozos en Choconchá, Andil y Chade, que se dice fueron cavados por estos indios, cuyo jefe se llamaba Tepichinche.También se dice que Jipijapa tuvo influencia de las culturas Valdivia, Machalilla, Chorrera, Manteño-Huancavilca, y restos de esas culturas se conservan en el Parque Nacional Machalilla.

Villa de Oro
Cuando los españoles incursionaron en Jipijapa, en el año 1534, quedaron fascinados por las riquezas encontradas en el lugar. Fue así como el grupo comandado por Pedro de Alvarado llamó Villa de Oro a Jipijapa, apoderándose de todas esas riquezas e incendiando luego el caserío.Tras las despiadadas acciones de los españoles, el 10 de agosto de 1565, los indios fundaron una nueva ciudad, en el sitio denominado Lanchán, dando origen a la nueva comunidad San Lorenzo de Jipijapa. "El pueblo Lanchán, que todavía existe con el nombre de Sancán, estaba ubicado en un vasto llano, de tierras áridas, conocidas como sabanas y sujetas a las inclemencias del tiempo", indica Próspero Pérez en su obra "Relatos Protohistóricos y Prehistóricos de la Antigua Provincia de Jipijapa".

Traslado definitivo

Muchos factores adversos para la comunidad San Lorenzo de Jipijapa se presentaron en el nuevo asentamiento. La falta de agua para consumo humano, terrenos estériles para la práctica de la agricultura, la enorme distancia para llegar a los puertos marítimos y hasta las enfermedades, se conjuraron para obligar a los moradores a cambiar de domicilio.Fue así que en el año 1605, Juan de la Hinojosa, juez por la Comisión de la Real Audiencia de Quito, ordenó el traslado de la comunidad de San Lorenzo de Jipijapa, al lugar actual, que primitivamente se lo llamó Jipijapa la Baja, por tratarse de un valle rodeado de colinas, con temperatura agradable.En el traslado participaron solo 260 habitantes, no más, porque la población fue mermada por la epidemia del sarampión.

Siglo XVIII

En este siglo surgen los primeros movimientos independentistas, cuando en la Real Audiencia de Quito se manifiesta ardorosa inquietud, porque se minaba la estabilidad del tutelaje hispano.En la comunidad de San Lorenzo de Jipijapa, el párroco Francisco Javier Ruiz Cano, ante los violentos despojos que se cometían en la vecina comunidad de Santa Elena, auspició plebiscitos abiertos, de donde salió una comisión integrada por Pedro Chóez, Idelfonso Toala, Manuel Soledispa, Rumualdo Lino, Lorenzo Soledispa y Manuel Inocencio Parrales y Guale, para que se trasladaran a Portoviejo, a exponer sus temores al Protector de los Naturales de la Provincia, Juan Nicolás Gómez Cornejo, quien atendió a la comisión.Fue así como se inició la titánica lucha de San Lorenzo de Jipijapa, contra los usurpadores de sus dominios.

El gran salto a la vida política
El 25 de junio de 1824, el Congreso Colombiano expidió la Ley de División Territorial, mediante la cual se constituyeron los departamentos de Ecuador (Quito) de Guayaquil y del Azuay. El departamento de Guayaquil se integró con las provincias de Guayas y Manabí, esta última se formó con los cantones Portoviejo, Jipijapa y Montecristi, que antes fueron parroquias del Corregimiento de Guayaquil, y así permaneció la provincia durante el período grancolombiano, que fue relativamente corto. Según Próspero Pérez, el cantón Jipijapa surgió a la vida política con sus tres parroquias: Jipijapa, Julcuy y Paján, dentro de la jurisdicción comunal adquirida y posesionada en el año 1806, constituyendo así el sur de Manabí.En 1945, las parroquias de Jipijapa suben a 13, pero ese año la Asamblea Constituyente crea el cantón 24 de Mayo, y esto le resta 3 parroquias: Sucre, Bellavista y Noboa.En 1950 pierde otras cuatro parroquias: Paján, Guale, Lascano y Campuzano, porque el Congreso de ese año las adjudicó al nuevo cantón Paján.Parroquia de PortoviejoEn 1763 se erigió con autoridad real, al Gobierno Mayor de Guayaquil, formando parte de dicho corregimiento la Tenencia de Portoviejo, que antes dependió directamente del Gobierno de Quito.Por ese motivo, San Lorenzo de Jipijapa y sus poblados, San Juan Bautista de Paján y Julcuy, fue elevada a la categoría de parroquia perteneciente a la

Tenencia de Portoviejo.
ParroquiasActualmente Jipijapa tiene nueve parroquias. 2 urbanas: Jipijapa y Manuel Inocencio Parrales y Guale.7 rurales : América, El Anegado, Pedro Pablo Gómez, Julcuy, La Unión y Membrillal.
Está ubicado al sur de Manabí y es conocido también como "La Sultana del Café", por ser el principal productor de café en el Ecuador. Su nombre se debe a que antiguamente estuvo poblada por la tribu índigena Xipixapa, aunque se especula que también los Mayas se extendieron por esta región.

Lo que si es seguro es que las parcialidades indígenas que habitaron lo que hoy es Jipijapa fueron víctimas de saqueos, incendios y otros atropellos de conquistadores y piratas.
La principal actividad de este cantón es la produccion y exportación de café, además del comercio en sus diferentes formas y la artesanía.
Como recursos turísticos cuenta con las playas de Puerto Cayo, Centro Cultural Municipal, aguas termales en Andil, Choconchá y Joá, estos últimos constituidos en lugares históricos y se presume que fueron construidos por los indios Mayas, que a su paso por la región dejaron sus huellas.
Entre los aspectos culturales, históricos y folclóricos se destacan la iglesia de San Lorenzo y las manifestaciones religiosas que se dan en torno a la Virgen de Agua Santa.



Símbolos






Escudo











Bandera





Himno


Letra: Dr. Víctor Manuel Rendón Pérez

Música: Sr. Maestro Nicasio Espiridión Safádi Reves


CORO:


JIPIJAPA, los ecos divulgan

la nobleza de tu alma sonriente;

eres perla de espléndido oriente

que refulge no lejos del mar;

Manabí te contempla orgulloso

y es muy justo su vivo embeleso;

tus labores en raudo progreso,

le procuran mayor bienestar.


I


Eres cuna de ilustres varones

cuyos hechos exalta la historia

y de quienes irradia la gloria

en la Iglesia, la Ciencia y el Bien;

de dos hijas bendices los nombres,

de Francisca y Esther. Siendo diestras,

abnegadas y sabias maestras,

la virtud enseñaron también.


II


De un cacique te dieron el nombre;

te ha dado otro sus fundos prediales;

fue Manuel Inocencio Parrales

quién cumplió tan altruista labor;

de tus bosques, palmeras y frutos,

cual de tu arte textil los primores

te acrecientan venturas y honores.

Ya la fama te ensalza doquier.


III


Ha cien años, un monstruo tremendo,

cuan voraz! destruyo tus hogares;

mas, tus hijos, si sufren pesares,

no se abaten y cobran vigor;

del desastre surgiste más bella,

Oh, ciudad! que, en continuo adelanto,

logras ser, prodigándole encanto,

honra y prez del glorioso Ecuador.




Gastronomía
Entre los platos típicos de este cantón están el greñoso, el bollo, la tortillas de maíz, el ceviche con maní, el delicioso café.
Leyendas
LEYENDA: LA MADRE DEL MONTE (corta)

A LA Madre Del Monte se la relacionó con los viajantes a quienes daba grandes sustos en los caminos rurales, que trepaba a los caballos y ancaba los acompañantes largos trechos, desde luego sin que ellos lo notaran, cuando así sucedía el susto era enorme. Los esperaba en las partes alta de la vía, o arribada a un árbol, en más de una ocasión causó sendos problemas, los caminantes temían viajar por las noches. La Madre del Monte, se hacía sentir.

Ciertas veces se presentaba en forma sorpresiva lo que hacia encabritar al animal lanzando al suelo al jinete. Que una vez un individuo completamente borracho salio a buscar mas trago y nada mas que al trepar una cuesta la “Madre del Monte” lo esperaba, quien eres tu, yo soy tu compañera, ven sube, pero el animal se rebeló corcoveando, lanzò por los aires a ambos, saliendo en precipitada carrera. La Madre del monte se alejó, quizá se adentró en la espesura, lejos, en espera de nuevas oportunidades.
LEYENDA “EL POZO ENCANTADO”
Había un pozo, allá.- Me señalo con el dedo- ancho en la superficie y estrecho en el fondo, como un embudo, de un metro de profundidad y en su fondo existían dos grandes piedras, separadas por un espacio de una cuarta, por donde fluía el agua. Era tal la cantidad de agua, que se desbordaba hacia el río.
Esta fuente, estaba situada a seis metros de la rivera derecha del rio que viene de Tierra Amarilla; casi en su unión con el rió de la Pita. El agua era muy fina, la gente sacaba en agua con baldes, para lavar y enjuagar la ropa.
Se corría el rumor, que este pozo estaba encantado; que en las noches, desde el fondo brillaba una luz intensa que agitaba las aguas, encrespándolas como olas, y que, en el día se escuchaban fuertes ruidos, sobre todo en la hendidura por donde salía el agua.
Un buen día, ya en la penumbra, una señora de unos 25 anos más o menos, de talla mediana, tez blanca, de fina silueta, hermosa por cierto, fue a traer agua, y, al lanzar el balde, una mano negra agarro el recipiente. Horrorizada, la dama grito y todas sus compañeras lavanderas fueron a verla. La encontraron estática como una estatua hacia un lado del pozo. No hablaba, estaba pálida y fría. Se desvaneció y cayo al suelo. Sus compañeras trataron de auxiliarla, haciéndole oler espíritu (agua de colonia y agua florida), luego, recobro el sentido, una vez repuesta, contó lo ocurrido.
Los curiosos fueron a ver el pozo, encontraron el balde, nadando en la superficie. El agua brotaba con mayor intensidad, se formaban olas, que hacían tronar la fuente. Algunos dijeron, que el duende del pozo, estaba enfurecido porque no pudo agarrar la presa; otros, que el encanto se había roto, y, unos pocos no creyeron en el relato, comentando que la señora estaba loca.
Pasaron los días, hasta que llego a lavar una linda muchacha, tendría unos 18 anos, no era de estos lados, había llegado con las cosechas de café y luego habiase quedado trabajando como lavandera, ya que se había enamorado de un muchacho de apellido Parrales. Ella lavaba en la piedra mas próxima al pozo, mas o menos a unos tres metros del pozo.
Cuentan quienes la conocieron, que era una muchachita alegre, de sonrisa encantadora, que siempre tarareaba canciones mientras lavaba. A esta jovencita de ojos color miel y cuerpo muy bien definido, ya le habían advertido, que no fuera al pozo sola porque había un encanto. Que el extraño sujeto que moraba en el pozo, se enamoraba de muchachas bellas como ella, al escuchar la advertencia, ella rió, y expreso que no creía en cuentos.
Cierta tarde de verano, cuando la mayoría de lavanderas se habían retirado del lugar y apenas quedaban unas cuatro, siendo alrededor de las seis de la tarde, esta muchachita tarareando canciones de la época, caminaba hacia el pozo. Por su actividad, su vestimenta se había mojado, su ropa se pegaba al cuerpo, dejando ver su esculpida silueta, lanzando un suspiro, tiro el balde para llenarlo. Fue en ese instante, que se escucho un gran estruendo, las piedras se abrieron…… salio una mano negra que agarrando la muñeca de la linda doncella, la tiro hacia dentro del pozo. Alcanzo a gritar, y desapareció. Sus compañeras, al escucharla fueron en su ayuda, mas no la encontraron, solo flotaba el balde y un cintillo que momentos antes adornaba su cabeza. Escucharon un ruido ensordecedor y misterioso que emergía del fondo, y que se diferenciaba del burbujear del agua. A todos invadió pánico y miedo……Todos huyeron como potros salvajes, dejando pertenencias, ropa y todo abandonado... Nadie se atrevió a regresar, sino hasta el día siguiente.
La noticia corrió como pólvora encendida, cundió el terror y el pánico. Al día siguiente, cuando los aldeanos trataron de limpiar y mover las piedras del fondo de la fuente, no lograron nada, y desde entonces, en cada atardecer se escucha una música añeja, que mantuvo a la gente aterrada, al extremo que nadie se atrevía a caminar por allí.
Con el pasar del tiempo, se acostumbraron a escuchar las melodías, que se confundían con el susurro del viento, el bramido del follaje de los árboles, pareciendo que danzaban al ritmo de la misteriosa sinfonía.
Anos mas tarde, al romperse la represa de Tierra Amarilla (embalse de agua), todo esto se inundo, el pozo quedo enterrado y ya nadie se atrevió a limpiarlo, tal vez por temor o porque lo olvidaron.
Actualmente, en la agonía de cada atardecer, hacia la superficie de la tierra, el lugar donde existió del pozo, se suele escuchar esa melodía de aquellos viejos tiempos, no se sabe, si es que el alma pena, o es la felicidad de esos amantes

LEYENDA:EL NARANJO DEL CHOCOTETE

En los tiempos de antaño solían ir las mujeres de Jipijapa a los manantiales de chocotete a lavar la ropa. Cargaban los grandes atados sobre los mulares y con los primeros rayos de sol llegaban hasta aquellos bellos parajes. Cerca de los lugares donde manaba aquella cristalina agua se hallaban colocadas piedras grandes y lisas. Ayudadas con el “mate ancho” recogían el agua que a borbotones salía de la tierra.
Estos lagrimales se hallaban al pie de una ladera, en la parte superior de esta, había un árbol de naranjo, que por extraño que os parezca todo un siempre, sin importar que fuera invierno o verano, se hallaba cargado de hermosas y dulces naranjas que provocaban a las personas que las miraban.
Cuentan las señoras lavanderas que el árbol permitia que cogieran sus frutos solamente para ser consumidos en el lugar. El ¿Por qué? Nadie lo podía adivinar. Lo cierto es que un día un joven desoyendo la voz de sus mayores trato de llevarse las naranjas a su casa, pero cual no seria su sorpresa que ante sus ojos, el paisaje del lugar cambio totalmente, una vegetación exuberante dio paso a las matas de cerezo, moyuyo, obos y cactus.
Asustado, busca el camino que da a los manantiales, no lo haya, en su lugar un pequeño lago emerge, peces dorados que saltan en el agua azulada, murmullos extraños, lamentos apagados, como si las plantas cobraran vida, conversan entre ellas; variedad de pájaros revoloteando entre los árboles. A lo lejos deslumbra un camino, corre hacia el, avanza y llega otra vez al árbol de naranjo.
Agotado se deja caer, las naranjas ruedan por el suelo, la vegetación desaparece, el paisaje vuelve a ser el mismo; el, enloquecido corre hacia donde escucha la voz de las lavanderas, les comunica lo que sucedió, ellas miran hacia el árbol y una sonora carcajada se desprende de las ramas del naranjo.
Con el pasar de los años se fue perdiendo la vegetación del cerro, hasta convertirse en un risco. Al árbol, ya nadie lo ha visto, pues un día desapareció de la misma forma que emergió de las entrañas de la tierra.

LEYENDA:LA LUTONA

De lo que más se ha hablado en mi pueblo desde hace tiempo es de un ser fantasmal conocido como La Lutona. Para entonces la ciudad no contaba con el alumbrado eléctrico, las calles luego de las diez de la noche presentaban total ausencia de gente, no así los lugares de expendio de licores asediados por trasnochadores bohemios.
¿Quién era LA LUTONA?, los que la vieron que no fueron pocos dijeron que era una mujer esbelta con batona negra, melena larga, de rostro variable, que salía a sus recorridos después de las 12 de la noche, hasta las tres de la madrugada. Se dijo una ocasión, que en un baile muy animado una persona invito a bailar a una dama, que no acepto y que se retiraba avergonzado, pero otra dama accedió y danzaron animosamente, que no vio en ella nada raro, sino hasta cuando le dijo, ¿Dónde la dejo?, a lo que ella respondió, hacia allá, así lo hizo, luego volvió la mirada al lugar, solo una sombra parecía delatar a la mujer con quien bailo: LA LUTONA.
Otra vez en una noche de absoluta oscuridad aconteció un caso que estremeció a todo un vecindario. En una cantina alumbrada por un mechero, varios ciudadanos libaban, hablaban de todo de machismo y de malas visiones, en eso de las 12 de la noche un sonido sórdido se hizo sentir en la puerta de la entrada, ¿Quién? Pregunto el cantinero. Nadie respondió, continuo la charla, nuevamente, la puerta, pero esta vez con mayor fuerza. ¡carajo, quien jode!, grito el dueño, la puerta se abrió, un fuerte viento apago el mechero. Y se hizo la confusión, prendieron el mechero. Y el cantinero y clientes asustados tomaron una decisión, no mas trago, nos veremos mañana dijo al despedirlos el cantinero.

Los tres amigos era vecinos, se quedo uno, los dos avanzaron unos pasos mas, quedo el otro, el ultimo aun tenia que cubrir unos metros mas, siguió el borrachito blasfemando, caray, que va, yo soy bien macho, miedo , viva yo carajo, repetía… de repente sintió que una mano se poso en su hombro, es usted compadre?, sigue , sigue respondió una voz suave, el jumito volvió a preguntar, oye que te pasa, donde me llevas, quien eres tu, y levanto la mirada, me conoces?. La Lutona, grita el borrachito, auxilio, auxilio, y cae a la vía…. Los vecinos escucharon los gritos y salieron a prestarle ayuda, allí estaba inconsciente. Este hombre vive en la otra calle a donde iría?, vamos a dejarlo a su casa y así lo hicieron. Cuando los familiares vieron al recién llegado, con el rostro de la muerte no sabían a que atinar, el hombre comenzó a balbucear….LA LUTONA, LA LUTONA……Los vecinos se retiraron, y al pasar por el árbol de la esquina una sombra parecía esperar…..LA LUTONA, merodeaba, ella la amiga inseparable de la noche, que causo mas de un susto a muchos noctámbulos de aquellos tiempos. ¿Dónde esta en la actualidad?....... no se sabe, posiblemente junto a usted

LEYENDA: “EL CERRO DE LA MONA”

Hace muchos años, en el Cerro de la Mona, tenía lugar durante las noches de Semana Santa un extraño acontecimiento...
Cuentan los vecinos del lugar que se escuchaba a altas horas de la noche una melodiosa voz entonar las más hermosas canciones.
Los hombres se sentían atraídos y con gran ansiedad trataban por todos los medios de localizar el lugar de donde provenía aquella voz de mujer. Muy pocos fueron los afortunados que lo consiguieron y era tanta la admiración al verla, que quedaban atónitos al contemplar de cerca aquella musa, quizá angel, porque se parecía a las pinturas que pendian en los altares de las iglesias, con la unica diferencia que esta estaba viva y sentada sobre una piedra, banada por la luz de la luna. La dulce mujer casi una nina al sentir la presencia humana desaparecía.
Una noche un osado caballero logro acercarse y pudo mirarla a su antojo: estaba sobre la piedra, su pelo largo y lacio le cubria la espalda, con la luz de la luna se reflejaba el brillo dorado de sus hebras, la piel era blanca, sus ojos verdes como las hojas de los arbles en los primeros dias de invierno, mientras cantaba, peinaba su cabellera con una peineta de oro. Como arrastrado por una fuerza extrana, nuestro hombre se puso frente a ella. La bella mujer se sorprendio; pero paulatinamente, una sonrisa enigmatica aparecio en sus labios y con una voz cautivante pregunto:
-¿Que quieres, la peinilla o la peineta?
El aturdido respondio:
- La Peineta.
La nina se puso a llorar y desaparecio. El hombre, entristecido, regreso a su casa; durante varias noches acudio al cerro pero de ella no habia ningun rastro. Paso un largo ano y una noche, cuando las voces de la ciudad se habian apagado, de la parte mas alta del cerro de la Mona, surgio la magica voz; aquel hombre al escucharla corrio hasta el sitio de la piedra. Alli estaba ella en actitud de espera. Al verla le dijo:
-Te esperaba, sabia que vendrías.
-Si, todas las noches he sonado con este momento. ¿Que quieres de mi?
- Se que eres un hombre valiente y bueno; quiero ayudarte para que seas rico y feliz para toda tu vida; pero, antes tendrás que hacer algo por mi. Deseo que vengas manana cuando las campanas de la iglesia anuncien las doce de la noche; trae una soga, y, por favor, ven solo. A media noche el hombre sale de su hogar rumbo al sitio de la piedra.
La joven le ordena que la ate fuertemente y la lleve a la ciudad, que no tenga miedo si se convierte en serpiente,pues, eso es parte del hechizo que pesa sobre ella; ademas, le advierte que trataran de atacarlo, pero que no se detenga.
El hombre hizo lo que ella le había ordenado. Camino un largo trecho. Se sentía cansado por el peso de la joven, ademas, a su paso las piedras se convertían en fieras salvajes, en monos de todos los tamaños que danzaban frenéticamente ante sus ojos. De pronto, un silbido penetrante de culebras lo hace detenerse. La joven como obedeciendo a un conjuro, se transformo en serpiente; el terror se apodera de el, sin poder mas, la suelta. Se escucha un hondo gemido y una voz que decia: Cobarde, cobarde, eres un cobarde. El viento comenzó a sollozar entre las hojas de los arboles, la serpiente se convirtió otra vez en mujer, los animales en piedras y ella desapareció.
Cuentan que aquella voz no dejo vivir tranquilo a este pobre hombre. Un día lo hallaron muerto junto a la piedra grande que hasta hoy existe.
Desde entonces, nadie ha vuelto a escuchar esa sugestiva voz de mujer, o si alguno la ha oído el temor lo ha hecho callar.
Pero quienes la vieron dicen que era muy bella, con su piel blanca, sus grandes ojos verdes, su cabellera larga y dorada adornando su figura

LEYENDA: El Tintin
El diablo tiene varios nombres: Tintín, El Duende, El Malo, Diablo. Se aparece en toda la geografía de la Costa, en lugares apartados, peligrosos o en horas intempestivas. Enamora a las mujeres o las viola, las deja encinta y luego, a veces, engendran y dan a luz niños anormales, muchas veces mitas animales, mitad hombres. Asusta a los niños y también a los hombres. Es muy frecuente que a las noches, en la cama, les jalen de las piernas y quieran llevarse a las personas.
Yo he visto al diablo pasar por delante de casa; iba montado en un caballo negro, con un sombrero grande y una capa también negros. No le vía la cara porque el sombrero se la tapaba. Un día el diablo casi se lleva a mi primer marido, que era un chino. Estaba yo desgranando maíz y como estaba muy cansada me tumbe en la cama; era el día siete de febrero, le digo para que vea que es verdad y me acuerdo bien. De pronto oí a mi marido que me llamaba. Cuando me volví para mirarlo, ya dos llamas lo estaban llevando, pero cuando el diablo me vio a mí, desapareció” (Señora Julia).
En Palenque, durante varias noches seguidas la gente escuchó el galope dal caballo. Coincidió con la enfermedad del papá de una autoridad del pueblo, que dizque tenía tratos con el Malo, y por eso sus vacas aumentaban de día en día, y los cuatreros no lo molestaban. Llevaron al enfermo a Guayaquil, y despareció el misterioso jinete (Comentario popular).
Es una leyenda típica de la Costa, propia de la zona montubia. El folclorista Guido Garay recuerda: “Era la época en que las mujeres no salían a la calle. Y como esto no ocurría, si en una casa una de ellas salía embarazada, la respuesta inmediata de la gente del vecindario era: “Es obra del Tintín”.
Aunque de alguna manera, refiere la historiadora Jenny Estrada, realmente este personaje encubría el incesto, muy común en la Costa ecuatoriana, pues como las jovencitas no salían del hogar, se quedaban al cuidado de los varones de la casa.
En los libros de duendes y leyendas urbanas se lo describe como “un enanito con un gran sombrero y una cabezota de unos 30 o 40 centímetros, los pies vueltos hacia atrás y el miembro viril sumamente desarrollado, al extremo de llevarlo arrastrando por el suelo.
Usa sombrero que le llega un poco más abajo de las orejas y produce un silbido lúgubre”.
Persigue y acecha a las mujeres casadas o solteras, “melenudas y cejonas” para poseerlas carnalmente, luego de sumirlas en un trance hipnótico.
Cuando se enamora de una mujer sale por las noches de los huecos donde vive, y lleva una piedra imán en un mate, la cual coloca debajo de las escaleras para que todos los habitantes de las casas se duerman.